Tras los goles de Agüero y el de Di María, el 3-0 a Costa Rica, la fiesta en Córdoba y haber jugado su mejor partido, Messi pidió hablar para agradecerles a los cordobeses y, confiado, dijo: "Más que nadie queremos lo mejor para Argentina".
"Me hacía falta este cariño".
Fue una noche especial para Lionel Messi. Para la Selección también, claro, pero él requería esta actuación, esta victoria, este feeling con la gente. Es que Leo jugó un partido aparte desde que pisó el césped y recibió una ovación como nunca se le dio en el país. Córdoba lo trató como un ídolo de punta a punta en una noche que obligaba a ganar, a jugar bien, a sacarse la mufa. Y él respondió adentro y afuera de la cancha.
Adentro, el crack del Barcelona fue ese, justamente, el crack del Barcelona; no hubo dos Messis esta vez. Sí hubo dos pases gol: el rosarino fue asistidor en el segundo de Agüero, compinche ideal, y en el de Di María para el 3-0 contra la Sub 22 de Costa Rica, que aguantó hasta el final del primer tiempo. Y si no hubo más gritos con participación de Lionel fue por la mala puntería de Higuaín y de Lavezzi.
Afuera, Messi también fue líder, también fue figura. Después de la conferencia de prensa de Batista, Leo pidió el micrófono especialmente: "Quiero agradecerle a la gente de Córdoba por cómo nos trató a todos, en especial a mí. Me hacía falta este cariño por cómo veníamos. Empezamos mal pero ahora empieza otra Copa, y nosotros más que nadie queremos lo mejor para Argentina". Fueron 20 segundos de monólogo del rosarino. No hacía falta más: el partido y el gesto de hablarle a la gente significaba todo, cómo se había sentido en Córdoba. Cómo espera ser recibido en Santa Fe el sábado, donde habrá que jugar contra Uruguay, Chile o Perú.
A él le hacía falta este cariño. A Argentina le hacía falta este Messi. Y tiene razón. Con este 3-0, la Selección ya está en cuartos, se sacó una gran mochila de encima. Y empieza a jugar otra Copa, como dijo Leo.
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